No existe una solución universal única
Muchas veces puede existir la percepción de que existe una versión «correcta y única» de un proceso de transición energética que todos los países deben cumplir. Pero para los países de todo el mundo, especialmente aquellos que conforman la periferia económica mundial o con economías en vías de desarrollo, como la mayoría del hemisferio sur, no existe una solución única. Y sobre todo para países insulares como la República Dominicana. En donde el desafío implica lidiar con otras realidades que las de los países continentales, incluso a veces versus algunos países continentales con menor nivel de desarrollo individual o calidad de vida que el nuestro. Pero con una mayor variedad y cantidad de recursos naturales y energéticos. Por lo tanto, para algunos países la “Transición Energética” significa avanzar hacia una matriz energética basada en renovables. Pero para otros, significa garantizar que sus comunidades tengan acceso a energía limpia y asequible. Ahora bien, sin duda hay un desafío común para todos los países en vías de desarrollo en el mundo y puntualmente en el nuestro; que es el desafío financiero impuesto por la transición energética debido a los costes que trae como consecuencia y por ende, a su vez, diferentes pruebas para nuestras diferentes economías y el que cada uno enfrentará a su manera. Aquí podemos aplicar la máxima del Profesor Milton Friedman hace ya más de 60 años “there is no free lunch” en la economía. “La transición es un conjunto de herramientas para que las empresas y los países elijan piezas; pero no todos podemos enfrentarlo de la misma manera”.
Entonces la disyuntiva es, cómo los estados están abordando el tema energético: ¿globalización vs localización? Recientemente en la Cumbre Internacional de Energía AIEN, representantes de Brasil y Argentina explicaron lo que significa la transición para ellos y abordaron las tensiones entre la visión global (a menudo la del G8) y la perspectiva de los países individuales, en particular los del hemisferio sur. Heloisa Borges Esteves, Directora de Estudios de Petróleo, Gas Natural y Biocombustible de la Oficina de Investigación de Energía de Brasil, explicó cómo la transición energética ya ocurrió en dicho país. “Tenemos una de las matrices energéticas más limpias del mundo. El 90% de nuestra producción eléctrica ya proviene de energías renovables (por supuesto, considerando los inmensos recursos hidráulicos “energía limpia”, con los que la providencia ha dotado a Brasil). Para continuar con este buen trabajo, señalaba Heloisa, debemos resolver el trío básico: seguro, limpio y asequible.
No hay dudas de que los países en vías de desarrollo tienen un desafío mayor que las economías desarrolladas en lo que respecta al camino por recorrer para la transición energética. Economías que a su vez se desarrollaron en base a energías de origen fósil contaminante, como el carbón y el petróleo a todo largo y ancho del pasado siglo XX. Sin embargo, no hay dudas tampoco de que, en nuestros países, y en particular la República Dominicana estamos tratando de mejorar la matriz de nuestra oferta energética.
Actualmente, casi sin excepción, en muchos de los países del hemisferio sur están basando su transición energética en cuatro pilares principales:
- Equilibrar impactos ambientales
- Desarrollo social y económico
- Seguridad energética
- Mantener la competitividad del país
Cuando pensamos en la transición, cada país piensa en diferentes recursos y necesidades y en la mejor manera de solventarlo. Pero sin duda, como es hartamente consabido, y he mencionado en artículos anteriores, sin transmisión eléctrica no habrá la necesaria transición energética.
Veamos dos ejemplos de éxito.
- España.
Recientemente este país alcanzó e hizo realidad el sueño 100% renovable, esta vez durante nueve horas.
La generación eléctrica peninsular con sol, viento y agua fue mayor que la demanda entre las 10 de la mañana y las siete de la tarde del martes pasado, un patrón que de seguro se repetirá cada vez más en el futuro. El sistema eléctrico español degustó el martes un dulce aperitivo del banquete renovable, nueve horas en las que la generación verde fue más que suficiente para cubrir el 100% de la demanda peninsular española, un hito que ya tenía precedentes en momentos puntuales, pero no en un lapso tan largo. Por supuesto esto se logra con un sistema fuerte, que España ha conseguido en los últimos 20 años. Un logro respaldado por Red Eléctrica de España (REE), la versión allá de nuestra Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED) — se produjo, además, un día al uso, de diario, en el que el patrón de consumo es el habitual y no un festivo ni durante el fin de semana, Realmente a las 13:40, con un 67% entre fotovoltaica y solar de ese 100%.